Manifiesto en: Català | Euskera | Asturiano
Hoy, cuando toda la población sufre en carne propia la pandemia del coronavirus y sus consecuencias, se hace patente lo urgente e ineludible que es aunar esfuerzos para, solidariamente, hacer frente a la enfermedad y sus repercusiones sanitarias y sociales.
Unas consecuencias que son sufridas en mayor grado por las personas y los colectivos más vulnerables, que padecen no solo la crisis sanitaria sino la precarización y el empeoramiento de sus ya poco dignas condiciones de vida.
Ese mismo conocimiento que nos hace entender que estamos
ante una situación de emergencia, nos lleva a las organizaciones firmantes a continuar
con la convocatoria de la “Acción global por el clima” del día 24 de abril.
Porque, aunque hoy la crisis que está dando la cara de un modo más crudo es la
sanitaria, cada crisis es una crisis y debe ser tratada como tal, la virulencia
de una no minimiza la de las otras. La crisis climática sigue siendo una
realidad y, pese a estar formalmente declarada como emergencia por el
Parlamento Europeo, por el Gobierno español y por otras muchas instituciones,
sigue sin ser reconocida como tal por algunos dirigentes, que optan por desoír
las indicaciones científicas a través de una inacción culpable.
Este no es momento de interferir en la lucha contra la
pandemia ni de detraer recursos de ella y, por eso, esta convocatoria integrada
en una coordinación internacional impulsada por el colectivo Fridays for Future
bajo el marco de “Global Strike for Climate”, adopta una forma particular,
situando su centro en las redes y llamando exclusivamente a la reflexión y a
sentar las bases para actuaciones futuras, más concretas y contundentes.
Porque esta crisis de salud pública ha puesto de manifiesto
que esa sensación que teníamos de seguridad absoluta garantizada por la
tecnología era absolutamente falsa. También ha mostrado lo dañina que puede ser
una crisis si nos pilla desprevenidos, sin planes de prevención y emergencia
suficientes que puedan hacerle frente de forma efectiva. Si antes de que sean
evidentes sus efectos más dramáticos, no tenemos un plan, no asignamos medios
suficientes, no actuamos con convicción y no seguimos las recomendaciones que
nos marca la ciencia. Si no actuamos decidida y rápidamente, se alcanzará un
cambio climático de tal magnitud y rapidez que haría imposible nuestra
adaptación. Sería devastador para la mayoría de los ecosistemas y las sociedades
humanas.
La humanidad enfrenta una emergencia climática sin
precedentes en la que también es necesario actuar con la responsabilidad de
proteger la vida en primer lugar. Esta defensa de la supervivencia debe
llevarnos a tomar medidas ambiciosas y drásticas, en otras palabras, a asumir
el estado de emergencia climática, impulsando las actuaciones necesarias y no
las que se presentan como “políticamente posibles”, antes de que la situación
nos desborde. Tratemos la emergencia climática como la crisis que es. Actuar
con contundencia hoy frente a la emergencia climática conseguirá que los
impactos ambientales y sociales sean mucho menores, aunque gran parte de ellos,
ya no seremos capaces de paliarlos.
Estamos al borde de un punto de no retorno marcado por una
enorme pérdida de biodiversidad y por el incremento de la temperatura global,
que pone en jaque a todo el planeta, incluida la humanidad y sus sociedades.
Las consecuencias del cambio climático son, entre otras, un incremento de los
grandes incendios forestales, la proliferación de enfermedades de regiones más
cálidas, sequías más severas, subida del nivel del mar, también lluvias
torrenciales que provocarán inundaciones, movimientos migratorios motivados por
la crisis climática…
Y la desigualdad. En palabras del relator especial de
Pobreza Extrema y Derechos Humanos de Naciones Unidas, “el mundo está en riesgo
de caer en el apartheid climático, donde los ricos pagan por escapar del
sobrecalentamiento, el hambre y las guerras, mientras que el resto del mundo es
dejado de lado sufriendo”. Y el resto del mundo somos mayoría.
El calentamiento global es consecuencia directa del modelo
de producción y consumo que continuamente se demuestra incapaz de satisfacer
las necesidades vitales de las personas, precarizándolas y poniendo en
situación de vulnerabilidad a gran parte de la población mundial; de los
ecosistemas y el resto de seres vivos que habitan este planeta. Mientras,
arriesga nuestra supervivencia como especie, al basarse en la explotación ilimitada
de los recursos naturales, impactando de manera injusta en las poblaciones más
pobres y vulnerables. Pero en esta crisis, la ciencia también ha señalado la
vía de actuación, que no es otra que la descarbonización de nuestro sistema
económico, especialmente en las sociedades industrializadas occidentales que
tenemos más responsabilidades y mayores capacidades. Un sistema económico que
se ha paralizado ante la crisis del coronavirus y que debemos replantearnos
antes de reiniciar.
Ante ello, las organizaciones firmantes, de acuerdo con la
ciencia, manifestamos que sí, que participamos de la idea de la necesidad de
apoyar la salida de las crisis generadas por el coronavirus, pero matizamos que
esta no puede reproducir el modelo que nos ha conducido hasta la emergencia
ecológica y social actual. Que se puede y debe incorporar lo que hemos
aprendido. Que debe basarse en las personas, en sus posibilidades y en sus
necesidades, así como en la protección de nuestros recursos naturales. Una idea
que resumimos en la frase “salgamos del parón y transformemos la actividad de
un modo climática y socialmente justo”.
Sabemos, lo dice la ciencia, que la
gravedad de la emergencia nos obliga a adoptar medidas muy profundas, que lo
que hagamos en esta década va a condicionar completamente el grado de
calentamiento que vamos a sufrir a corto, medio y largo plazo y que, por eso,
es ineludible reducir rápidamente ciertos consumos (como el energético),
cambiar las pautas de transporte, acelerar la transición energética desde los combustibles
fósiles a un modelo 100 % renovable, eficiente, sin emisiones contaminantes y
justo, especialmente desde la óptica del autoconsumo y la descentralización. Es
necesario un cambio de escala, de lo global a local, que ponga en el centro la
reducción de las largas cadenas de transporte, la puesta en valor de modelos
alimentarios en consonancia con los límites del planeta. Unos esfuerzos que
deben conducirnos a una reducción drástica de nuestras emisiones, en línea con
las indicaciones científicas y alcanzando la neutralidad lo antes posible.
Solo así será posible hacer frente a las consecuencias del
calentamiento global, avanzar hacia una sociedad justa y solidaria y,
simultáneamente, reducir el riesgo de otras crisis que el cambio climático
alimenta.
Madres por el Clima
Teachers for Future Spain – Profes por el Futuro
Actúa por un mundo sostenible
Aire limpio en la hoya de buñol
Alianza por la Solidaridad – ActionAid
Amigos de la Tierra
AMILIPS
Amycos.org
Asociación “Segovia por el Clima”
Asociación “Vuelta al Campo”
Asociación de Mujeres Integradoras para Lograr la
Igualdad Psicosocial
Asociación Despierta
Asociación Fondo Natural
Asociación Vida Sana
ASPA (Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz)
Ateneo de Granada
Butroi Bizirik en Transicion
CA LA DONA Espai d Acció Feminista
CGT
CGT-LKN Euskal Herria
CIDES Centro de Iniciativas de Desarrollo Sostenible
Colectivo Ecologista de Avilés
Colectivo Renta Básica
Comisiones Obreras (CC OO)
Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca
Confederación Intersindical
CONGDCAR – Coordinadora ONGD La Rioja
Coordinadora Andaluza de ONGD
Coordinadora de ONGD-España
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
Desarma Madrid
ECOAR Global
Ecologistas en Acción
Ecooo Revolución Solar
Educo
Ekologistak Martxan
Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte
ESK Sindikatua (Euskal Herria)
Fridays For Future de: Alcorisa, Alicante, Almería,
Asturias, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Cartagena, Compostela, Córdoba, Donostia,
Gasteiz, Jaén, León, Madrid, Mallorca, Mataró, Pamplona, Sevilla, Tenerife,
Vinaròs
Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES)
Fundación Global Nature
Fundación Renovables
Greenpeace España
Gueñes Bizia
Gure Energia
Intersindical Valenciana
Instituto por la Paz y la Ecología de Málaga
La Ribera en Bici-Ecologistes en Acció
La Corriente
Lunes Lilas Navarra
Movimiento Ibérico Antinuclear
MATS (Movimiento Asambleario de Trabajadores-as de la
Sanidad)
ONGAWA
Ongi Etorri Errefuxiatuak
Oxfam
Perifèries del món Unión Sindical Obrera (USO)
Plataforma Dominicana de Afrodescendientes -AfrosRD-
Plataforma CarrilBici Castellana
Plataforma por un Nuevo Modelo Energético
Plataforma por la Desobediencia Civil
Plataforma Salvemos Mijares
Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica
REAS Nafarroa
Rebel·lió o Extinció València
Red Ecofeminista
Red Iberica de Ecoaldaes. RIE.
Rivas Aire Limpio
Seo/BirdLife
Simiente Disidente
Solidaridad Internacional Andalucía
Som Energia
Sustenta
The Climate Reality Project
Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores en
Andalucía (USTEA)
Unión General de Trabajadores (UGT)
Unión Sindical Obrera
WWF España
Zalla Bai

