A medida que nos acercamos a la COP 29, los problemas de la financiación climática y la eliminación gradual de los combustibles fósiles hacia una transición energética justa son cada vez más críticos para la acción climática. La próxima Asamblea General de la ONU, la Cumbre del Futuro de la ONU y la Cumbre Mundial de Energías Renovables, que tendrán lugar una tras otra en septiembre, brindan una oportunidad importante para reiterar nuestras demandas y aumentar la presión pública para obligar a los gobiernos, las instituciones internacionales y las corporaciones a escuchar y tomar medidas.

Los gobiernos del Norte Global han fracasado sistemáticamente durante décadas en llevar a cabo su parte justa de la acción climática tanto a nivel nacional como internacional. Esta parte justa incluye la entrega de financiamiento climático para el Sur Global, una obligación con la que se comprometieron como partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. El financiamiento climático también es parte de las reparaciones por la deuda climática que tienen con los pueblos del Sur por los daños históricos y continuos causados por sus contribuciones desproporcionadamente grandes a la crisis climática.

La cantidad total de financiamiento climático proporcionado y movilizado hasta ahora es una miseria en comparación con los billones necesarios para financiar las necesidades y prioridades climáticas de las personas y los países del Sur Global, para la mitigación, la adaptación, las pérdidas y los daños, y una transición justa y equitativa. No hay razones aceptables para tales fallas. Está dentro del poder de los gobiernos del Norte Global recaudar fondos públicos para cumplir con sus obligaciones. Deberían gravar a sus contaminadores y especuladores, dejar de subsidiar los combustibles fósiles y  dejar de gastar en armas y operaciones militares.  A pesar de los objetivos climáticos acordados y las advertencias masivas de los científicos del clima, los gobiernos del Norte Global están en connivencia con las élites evasoras de impuestos y las corporaciones contaminantes para expandir la extracción y producción de combustibles fósiles. Solo en 2022, las ganancias de la industria del petróleo y el gas se dispararon a al menos 4 billones  de dólares  desde un promedio de 1,5 billones de dólares en los últimos años. La continua y peligrosa extracción y producción de carbón, gas y petróleo es incompatible con los compromisos globales de limitar el calentamiento a menos de 1,5 °C y garantizar un planeta habitable. El mundo necesita una transición rápida, equitativa y justa a los sistemas de energía renovable y alcanzar el cero real para 2050. Una gran parte de esta responsabilidad para que esto suceda recae en los gobiernos del Norte Global. 

* En España esta convocatoria se suma al llamamiento de movilizaciones realizados por Juventud por el Clima el próximo 20 de septiembre #LaTierraNoSeVende #NowForFuture

Encuentra aquí tu convocatoria


Descubre más desde Alianza por el Clima

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo